Guiados por el señor y no por el becerro – “el pecado”
El martes pasado en nuestra iglesia, mientras iba ayudando a desmontar todo lo que hacía falta junto a mis hermanos en cristo al tiempo que vi como una etapa, un ciclo de mi querida y amada iglesia se ha cerrado, a mi cabeza llegaron gratos recuerdos, y creo que a todos los que estábamos allí. Llegaron recuerdos de todo lo vivido y aprendido sobre ese altar, todo mientras iba quitando parte por parte, desmontando equipos y cableado. Quedan muchos recuerdos sembrados, es donde empecé mi vida en Cristo Jesús, y es el lugar donde el pastor me recibió con brazos abiertos en uno de los peores momentos de mi vida.
Ahora iniciamos esta nueva etapa, donde nos preparamos para recibir un nuevo templo, estamos todos llenos de expectativas de cómo vamos a iniciar, donde vamos a instalar los equipos, como va ser la estrategia de la ubicación del sonido, de audiovisuales, la tarima, luces, en fin, hay muchos sueños y estoy expectante con la confianza de que Dios nos prometió un nuevo, propio y más grande templo.
Creo firmemente en la promesa que Dios le hizo a Sembrando Vida y tendremos el privilegio de ser testigos de esta obra liderada por nuestro Pastor Gustavo de cómo se edificara este nuevo templo. Ahora quiero unir esto con una palabra que me mostro el señor en unos de los devocionales de mi casa, y aunque no estaba seguro que tenía que ver lo que está viviendo la iglesia con esta palabra, creo que es algo que debo decir, solo por el hecho que Dios lo puso en mi corazón.
Mientras llega el día de que estemos todos disfrutando el nuevo templo, entramos ahora en un tiempo de transición, como lo predicaba el pastor Fabián anoche, aunque estamos sembrados sobre una roca llamada Cristo, y tenemos promesa de Dios vamos a estar un tiempo sin templo, y es necesario que todos los ministros involucrados actuemos con sabiduría, sepamos esperar el momento, y mientras tanto seguir sirviendo fielmente.
Exodo 31:18 – 32:1-6 31 18 Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. 32 Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 2 Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. 3 Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; 4 y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 5 Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová. 6 Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.
La actitud del pueblo de Israel era de no creer, porque conociendo en ese momento el poder de Dios, siendo testigos directos de todo lo que había hecho hasta ese momento por ellos, e incluso, en este momento ya habían recibido unos mandamientos tan claros para que pudieran vivir bien y en armonía, uno se pregunta, ¿Cómo pudieron adorar un becerro de oro? Ahora bien, reflexionemos por un momento que pudo llevar al pueblo de Israel pensar y actuar así, y ¿porque Aarón tomo esta actitud? Para mí el problema y la razón del actuar de Israel fue la ¡Impaciencia! Si comparamos esto con nuestra vida diaria, podríamos preguntarnos, ¿cuál es el becerro que hemos construido?, ¿Cuántas veces reemplazamos a Dios por otras cosas pensando que nos harán sentir bien o nos ayudaran en algo? , o quizás en la actitud de Papá, así como la responsabilidad que tenía Aarón como sumo sacerdote, permitimos que nuestros hijos reemplacen a Dios por otras cosas por complacer los caprichos o emociones de ellos, para que no se aburran, para que se sientan bien.
Ahora como lo mencione anteriormente, en la iglesia tendremos un tiempo de transición y es nuestra responsabilidad como ministros tomar una actitud opuesta a la del sumo sacerdote Aarón, debemos ser sensatos, mantener una buena y cercana relación con Dios y no permitir que nuestras familias, nuestros hermanos en cristo se separen de Dios, y empiecen a buscar otros dioses cuando no vean la iglesia, hoy Dios nos llama para que estemos atentos, no solo en nosotros si no en todos los que nos rodean. Podría comparar este momento de transición de Sembrando Vida con el tiempo que estuvo Moisés en el monte de Sinaí, pero nosotros tenemos la ventaja que Dios nos está mostrando el error del pueblo de Israel, y podemos evitar desviar nuestro camino y el de nuestra familia. Es el momento de pararnos al frente del cañón y evitar que algo como lo que vivió el pueblo de Israel nos pase a nosotros.
Conclusión. Tenemos una tierra prometida, y las promesas de Dios son reales. No hay que desfallecer y mantener siempre la llama encendida, tanto, que vamos a contagiar nuestra felicidad a toda la iglesia, a todos los que lleguen, a quien pregunte por la iglesia, a los incrédulos. Todos vamos a ver como la promesa de Dios se hará realidad, y vamos a florecer.
mayo 29, 2020 @ 3:28 pm
Amen Pastor confiando en nuestro Señor Jesucristo saldremos adelante con esa Palabra que El Señor le dio y con la ayuda de todos nosotros avanzaremos fundamentados sobre la Roca que Es Cristo
mayo 30, 2020 @ 10:12 pm
Amén Hno, Gloria a Dios porque nos está llamando a permanecer en la promesa , que no nos desesperemos , que solo sigamos confiando en su palabra porque el no miente.