Es hora de activar los frutos del Espíritu Santo
Después de tomar la decisión y de recibir al Espíritu Santo en el bautismo, realmente en ese momento no entendía aun el poder tan enorme que era recibirle, cosa que hoy no me arrepiento, ni lo hare, y esta palabra hoy me hace asegurar y reafirmar este sentimiento.
Romanos 8:15 Dios Habla Hoy (DHH) 15 Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud que los lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que los hace hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirigimos a Dios, diciendo: «¡Abbá! ¡Padre!» Bueno, y recordando esta promesa de nuestro Señor, entonces no tengo porque sentir miedo y si ya hice lo que tenía que hacer, recibir al espíritu santo mucho menos.
El problema “quizá” es que sigo siendo humano, y mientras eso pase seguiremos errando aunque la promesa está escrita, pues a veces nos olvidamos de esto y se nos olvida que mientras lo permitamos el Espíritu de Dios estará con nosotros, ojo, mientras lo permitamos. Es por eso que Dios me ha inquietado a traer esta palabra, para recordar, quien es, que tan poderoso es el Espíritu que está con nosotros todo el tiempo, que está a cada momento en nuestro pensamiento.
Clamamos a Dios todos los días para que el Espíritu este con nosotros, y creo que así es, el Espíritu santo está conmigo, y de seguro con cada uno de ustedes, ahora este es el propósito, que entendamos que Dios pone a nuestra disposición un armamento poderoso, unas armas letales que para este tiempo de cuarentena podemos disponer de ellas de manera inmediata para usarlas en contra de una serie de sentimientos que pueden surgir en momentos de crisis, y esta cuarentena puede hacer pasar momentos difíciles, así tengamos trabajo y estabilidad económica. Y esto me trae a la siguiente palabra, y que trae a mi memoria lo que obtengo como resultado de clamar por el Espíritu Santo, que habite en mí, que es lo que queda dentro de cada uno si el Espíritu Santo está consolidado y arraigado. Gálatas 5:22-23 Dios Habla Hoy (DHH) 22 En cambio, lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley. No sé, ni tendría que saber cual es la situación exacta que viven hoy, o los pensamientos que puede el enemigo llegar a cruzar delante de ustedes, puede ser:
sentimientos de ansiedad, de angustia, de desespero, de miedo, de tristeza, de incertidumbre, de desilusión, de ira, de dolor, de lloro, inclusive hasta en casa tengamos alguna contienda, depresión, confusión, pensar que Dios te abandono y dejar de serle fiel, perder el control o dominio propio, quizás reprender a tus hijos con rencor, quizás tener una discusión y no ser tolerantes, llegar al punto de enojarse y también pecar, también por estar todos en la misma condición volvernos permisivos, o imponernos en algo que uno crea así este mal, permitir la indisciplina, olvidar el carácter, tantas cosas que puede pasar. Y es aquí, donde puedo entender que la solución a cada cosa mala, todos estos malos pensamientos o actitudes que han podido nacer en la cuarentena pueden ser echados afuera si tenemos el espíritu Santo tan adentro como debería ser. Ahora la pregunta que nos debemos hacer es…
¿Qué tal es mi relación con el espíritu santo?
¿Sera que falta llenarme más de Él?
¿Me falta más intimidad? Si quizás alguno de los pensamientos o actitudes que mencione anteriormente, te está pasando en este momento, creo y estoy seguro que Dios está hablando directamente al corazón de cada uno de nosotros, para que hoy entreguemos nuestro ser, todo a Él, es hora de que los frutos del Espíritu Santo empiecen a salir de cada uno de nosotros. Esta es la solución para que esta pandemia no nos llene de malas actitudes y pongamos toda nuestra confianza en Dios nuestro Señor, el Todo poderoso, el que todo lo puede, el que todo lo hace, al que nada le queda grande, al dueño del oro y de la plata. A nuestro único y suficiente salvador. Para terminar, les comparto este versículo que nos llena de mucha fortaleza y mucha esperanza:
1 Corintios 10:13 Dios Habla Hoy (DHH) 13 Ustedes no han pasado por ninguna prueba que no sea humanamente soportable. Y pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar. Por el contrario, cuando llegue la prueba, Dios les dará también la manera de salir de ella, para que puedan soportarla.